En un esfuerzo por combatir la desinformación que podría socavar la confianza en los resultados de elecciones controversiales o generar disturbios, gigantes de la tecnología como Google y Meta han decidido restringir los anuncios políticos en sus plataformas. A través de medidas como la prohibición de anuncios relacionados con temas sociales y políticos en Facebook, Instagram y YouTube, estas empresas buscan frenar el flujo de información errónea en un contexto electoral cada vez más polarizado — De acuerdo a las elecciones de estados unidos —
Las medidas de meta y google para frenar anuncios políticos
Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, comenzó la semana pasada a bloquear los anuncios relacionados con temas políticos, elecciones y cuestiones sociales en sus plataformas. Inicialmente, la prohibición iba a finalizar el 31 de octubre, pero fue extendida hasta principios de noviembre, con el objetivo de evitar la propagación de desinformación mientras se cuentan los votos en las elecciones de EE. UU. Por su parte, Google anunció que implementará una pausa temporal en los anuncios políticos después del cierre de las urnas el 7 de noviembre, aunque no se ha especificado por cuánto tiempo se mantendrá esta restricción. TikTok, por su parte, ha mantenido su política de no permitir anuncios políticos desde 2019.
¿Por qué estas medidas son necesarias?
La principal razón detrás de la restricción de los anuncios políticos es evitar que los candidatos y sus seguidores intenten manipular la opinión pública o declarar una victoria anticipada durante el largo y muchas veces incierto conteo de votos. En un contexto de tensiones políticas y polarización, las plataformas de redes sociales se han convertido en canales clave para la difusión de teorías conspirativas y noticias falsas, especialmente cuando los resultados de las elecciones no se conocen de inmediato.
Además, los expertos en seguridad electoral advierten que las falsas afirmaciones sobre fraude electoral y la manipulación de votos, que han circulado durante años en las plataformas sociales, pueden tener consecuencias graves. Las autoridades federales también han alertado sobre la posibilidad de que grupos extremistas internos, alimentados por teorías de conspiración, puedan recurrir a la violencia tras los comicios.
El problema de la desinformación previa a las elecciones
A pesar de los esfuerzos recientes de las plataformas para restringir la desinformación, los expertos sostienen que estas medidas llegan demasiado tarde. Según Imran Ahmed, CEO del grupo Center for Countering Digital Hate (Centro para Combatir el Odio Digital), el daño ya está hecho. «En los últimos cuatro años hemos sido testigos de una constante difusión de mentiras sobre nuestro proceso electoral y la democracia en general», señaló en una entrevista reciente. Ahmed advierte que la «gotera» de mentiras y teorías conspirativas ha socavado la confianza pública en el sistema electoral, y que los esfuerzos de las plataformas para frenar la desinformación en la víspera de las elecciones pueden no ser suficientes.
En los años posteriores a la interferencia en las elecciones de 2016 y al ataque al Capitolio en 2021, las redes sociales comenzaron a reforzar sus equipos de confianza y seguridad. Añadiendo políticas que incluían la eliminación de publicaciones falsas y la suspensión de cuentas que difundieran mentiras. Sin embargo, muchas de estas empresas han recortado sus equipos y han dado marcha atrás en algunas de las políticas más estrictas para combatir la desinformación. Por ejemplo, en 2023, plataformas como Facebook y Twitter anunciaron que ya no eliminarían afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020, como las relacionadas con el «robo» de los comicios, lo que ha facilitado la proliferación de teorías conspirativas.
Este retroceso en las políticas ha sido particularmente evidente durante el verano. Después del primer intento de asesinato contra Donald Trump, las teorías conspirativas se desbordaron en las redes sociales. También se ha comentado que desinformación relacionada con el manejo de los huracanes Helene y Milton amenazó los esfuerzos de recuperación en las zonas afectadas, exacerbando la desconfianza pública en el gobierno y las autoridades.
El impacto de X en anuncios políticos
En cuanto a X (la antigua Twitter), bajo la dirección de Elon Musk, la plataforma decidió levantar la prohibición de los anuncios políticos en 2023. Desde entonces, se ha permitido que los anuncios políticos inunden la plataforma, a pesar de las preocupaciones por la propagación de desinformación y teorías conspirativas. Las afirmaciones falsas sobre las elecciones y otros temas políticos, apoyadas por Musk en algunos casos, han alcanzado millones de personas en la plataforma. Esto que ha elevado aún más las preocupaciones sobre la integridad electoral.
Según un análisis realizado por el Center for Countering Digital Hate, las publicaciones falsas sobre las elecciones en X han generado más de 2.000 millones de vistas en 2024. Lo que demuestra la magnitud del impacto que la desinformación sigue teniendo en las plataformas sociales.
¿Es demasiado tarde para arreglarlo?
El debate sobre si las acciones tomadas por Meta, Google y otras plataformas para frenar la desinformación son suficientes sigue siendo intenso. Aunque estas medidas pueden ayudar a mitigar el flujo de contenido político erróneo durante el periodo electoral, muchos expertos señalan que las cicatrices dejadas por años de desinformación son profundas y que la confianza en el proceso democrático ya ha sido gravemente afectada.
Para combatir la desinformación de manera efectiva, será crucial que las plataformas de redes sociales adopten enfoques más sostenibles y consistentes a largo plazo. Sin embargo, dado el historial reciente de retrocesos en las políticas de seguridad digital, muchos se preguntan si las acciones actuales de las grandes tecnológicas realmente podrán restaurar la confianza pública o si, por el contrario, ya es demasiado tarde.
En un mundo donde las redes sociales juegan un papel fundamental en la formación de la opinión pública, las medidas de Google, Meta y otras plataformas para bloquear anuncios políticos durante las elecciones son un paso en la dirección correcta. Sin embargo, la lucha contra la desinformación requiere un compromiso continuo y la implementación de políticas robustas que vayan más allá de las medidas temporales. Solo el tiempo dirá si estas acciones son suficientes para restaurar la confianza en los procesos electorales o si, como algunos expertos sugieren, ya es demasiado tarde.